El Gobierno francés asegura que mantendrá la presión fiscal pese a la nueva 'tasa carbono' y el retoque de la imposición a los vehículos
Mientras en España el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por subir impuestos para enjugar el déficit público y garantizar las prestaciones sociales a fuerza de recortes en otras partidas de gasto, en Francia, el viento parece soplar en dirección contraria. Según el proyecto de presupuestos que el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy ha presentado hoy, el Elíseo mantendrá la presión fiscal bajando los impuestos a las empresas y dando dinero a los contribuyentes para compensar la nueva tasa de carbono ecológica. Aunque el esfuerzo por mantener e implementar los planes de estímulo tiene un coste: el déficit del Estado subirá del 8,2% esperado para 2009 hasta el 8,5% pese a las advertencias de Bruselas con una deuda pública en el 84%.
Consciente de que no lo eligieron para aumentar los impuestos, tal y como afirma el propio Sarkozy, el Gobierno va a reducir la tasa profesional, lo que permitirá un ahorro a las empresas de 5.600 millones de euros. Además, para compensar la introducción de tasa de carbono que gravará los productos y servicios por las emisiones contaminantes a razón de 17 euros por tonelada de dióxido de carbono, el Gobierno, que prevé ingresar unos 2.000 millones de euros al año gracias a él, devolverá a las familias el dinero de más que tendrán que pagar por el impuesto.
A modo de ejemplo, el impuesto elevará en 4,11 céntimos de euro el litro de gasolina y 4,52 céntimos el gasóleo, por lo que para limitar el impacto de la subida en la renta del contribuyente el Gobierno ha calculado, primero, lo que una familia se gasta de media en gasolina para definir después el coste de la nueva tasa al año. Esta cantidad extra, que será fija teniendo en cuenta múltiples variables como el lugar de residencia o los miembros de las familias, se devolverá vía impuestos. Así que, quién gaste gasolina por encima de la media, tendrá que pagar más.
También se modificará el sistema de primas y penalizaciones en la compra de coches en función de sus emisiones de CO2, en este caso para reducir el costo del actual dispositivo para las arcas del Estado. En la misma línea, bajarán las exoneraciones fiscales derivadas de los intereses de un crédito para la compra de vivienda y subirá el tipo de IVA para los sistemas de climatización (del 5,5% al 19,6%), considerados contrarios a la política de sobriedad energética.
Recorte en los funcionarios
Por la otra parte, las políticas restrictivas se dejarán sentir en el efectivo de funcionarios, cuyo número se reducirá en 33.754 en 2010, de los cuales 16.000 en la educación.
El principal efecto de estos presupuestos será la escalada de la deuda pública, que después de elevarse al 77,1% del PIB al terminar 2009, progresará al 84% en 2010, un nivel que el Ejecutivo se esfuerza en subrayar que será inferior a la media de la Unión Europea (86%). De acuerdo con la proyección oficial, la deuda francesa seguirá al alza y se situará en el 91% del PIB en 2013.
La principal apuesta del Gobierno, que espera una ligera recuperación económica en 2010, con un alza del PIB del 0,75%, tras una caída esperada del 2,25% en 2009, es el mantenimiento de la presión fiscal en el 40,7% del PIB como en 2009 (en 2008 había sido del 42,8%). En España, esta tasa seguirá en el 33% durante los próximos dos años.
Los programas de estímulo contra la crisis, que deben suponer unos 40.000 millones de euros este año, tendrán una dotación de 4.100 millones el próximo, sobre todo para la inversión y la exoneración de cotizaciones para las pequeñas empresas que contraten personal.
Comentario de la noticia:
He escogido esta noticia porque me parece que ejemplifica muy bien las "supuestas salidas a la crisis que están improvisando los países europeos. Hace un año la UE invirtió casi dos billones de euros en planes de rescates para el sector financiero. Dinero público para sanear cuentas privadas en aras del "interés general". Un año después llega el momento de comenzar a pagar la cuenta y la mayoría de los países europeos (Francia en la noticia, pero también Alemania como ejemplo significativo) han optado por continuar tirando del déficit público en vez de utilizar la vía fiscal (que en Francia es progresiva) que en caso como el francés sería más justo a la hora de repartir las cargas de la hipotética recuperación. Es una pena que el único país que halla elegido esta vía sea España, y que lo haga a través del IVA y del IRPF, dos impuestos nada progresivos (el IRPF un poco más que el IVA).
Adelgazar el estado despidiendo funcionarios, aumentando el déficit públco y exonerando a los principales culpables de pagar, es la receta de Sarkozy para "refundar el capitalismo. Casi nos lo tragamos si lo nuevo no apestase tanto a lo viejo.