jueves, 4 de febrero de 2010

Valoración global del curso,

Con esta última entrada finalizo el proceso de trabajo colectivo que comenzamos en octubre al principio del otoño. Muchas clases han pasado desde entonces en las que se ha visto casi de todo. No ha sido una clase de economía al uso. Tengo que decir que una parte de mi está decepcionado, pues me apunté a esta asignatura saltándome un curso para recibir una clase de economía al uso. Pero lo que he visto y aprendido ha sido por otra parte de lo más singular e inesperado. Trabajar en grupo.
A día de hoy he comprendido una cosa que a principio de curso ni me había planteado, y es que mis herramientas metodológicas están obsoletas para ese tipo de trabajos. Lo he aprendido dolorosamente en la praxis cuando de repente, las habilidades que individualmente sabía desplegar para zafarme de los problemas y escollos que el trabajo grupal me ponía, no resultaban ni útiles ni satisfactorias, pues realizar una labor grupal requiere pararse a escuchar al otro antes de lanzarse a resolver los problemas.
Este hecho ha marcado todo mi tránsito por la asignatura, he tenido que aprender a formatear mi forma de actuar en clase y en casa para poder adaptarme a las necesidades que este otro formato de clase me exigían. No ha sido fácil, ni siquiera creo que lo haya hecho bien, pero aquí estoy, a día de hoy, a punto de que finalice el plazo de trabajo del mi blog reflexionando sobre lo aprendido.
Curioso, nunca me había enfrentado a una evaluación por blog, tampoco sabía trabajar en blog, y aún me cuesta. Mi forma tradicional de trabajar una asignatura no era pausada y constante en el tiempo, y tampoco lo ha sido esta vez. 45 entradas realizadas en dos días. Más que un díario de aprendizaje lo que he realizado es un inventario de lo aprendido. Bueno, quién sabe, a lo mejor estoy innovando yo ahora.

Si tuviese que enumerar las cosas que me han gustado y que he aprendido de esta asignatura yo resaltaría en primer lugar el espíritu innovador y la filosofía de construir algo diferente y participativo. A lo mejor no es como yo lo haría, pero no aprendería nada interesante si los profesores diseñasen las clases como yo quisiera. De esta forma ha sido mucho más enriquecedor, me ha aportado algo que no tenía ni había probado, un espacio como es la clase deconstrucido y reconstruido en base a un objetivo a medio plazo. Aprender construyendo en colectividad. utilizando herramientas que pertenecen a nuestro ocio, resignificándolas para que nos sean útiles en nuestro aprendizaje. En suma, un empoderamiento de los alumnos para buscar nuestros límites por otros espacios. Claro que, al final, nuestras viejas tendencias tiran de nosotros y provocan que tengamos que lidiar en un curioso equilibrio entre lo que estamos acostumbrados a hacer y la nueva propuesta que nos lanzaste.

Como aspectos negativos a la asignatura, yo diría que he echado en falta más clases de teoría económica al uso. Pienso que hay terrenos teóricos que hemos trabajado muy bien, por ejemplo el de la metodología, la cual trabajábamos ya no solo en un plano teórico, sino que desde clase y con los observadores íbamos en el día a día reflexionando sobre este tema. Pero en lo que es teoría económica he encontrado la materia escasa. El Sweezy no sirve en mi opinión para llenar ese hueco. Lo digo, ojo, desde mi posición de marxiano. Aunque simpatizo con su análisis, por desgracia no es ese el que impera en la academia y hay que conocer también el discurso del "enemigo".

Si volviese a empezar otra vez haría las cosas de manera muy distinta. Intentaría dominar más ese método de hacer las cosas que me funciona para las otras asignaturas pero que para esta se ha mostrado obsoleto. Intentaría ser más abierto con estos otros planteamientos. Pero bueno, no pasa nada. No hace falta segundas oportunidades, lo que he aprendido aquí me lo llevo en la maleta, y ya habrá más espacios donde experimentar con lo aprendido más allá del aula 201 y más allá de este blog. Bueno, eso es todo lo que se me ocurre decir.
Muchas gracia y que pases un buen cuatrimestre.

Marcos.

Tendencia decreciente de la tasa de ganancia y crisis capitalistas

En la anterior entrada comenté los elementos básicos de la composición orgánica del capital y de los elementos constitutivos de la tasa de ganancia. Estos elementos son claves para entender porqué hay crisis ciclicas e inevitables en el capitalismo.
Vayamos con un mayor desarrollo de la composición orgánica del capital.

Como decíamos el objetivo principal del capitalismo en general y del capitalista individual es acrecentar continuamente la masa de plusvalor, alimentar el proceso D-M-D´. Este proceso no es único de un sólo capitalista, sino que es una tendencia global. Por supuesto, no es posible vender tantas mercancía como a los capitalistas les gustaría. La fuerza de la demanda no puede absorver todas las posibilidades que le ofrece la oferta. Por lo tanto los capitalistas han de competir entre sí por ser quienes lleven a cabo el proceso de intercambio. Esto lo que supone es vender las mercancías lo más baratas posibles. No por debajo de su valor, pues eso es imposible, sino depreciando su valor, reduciendo la cuantía de valor por unidad para así sacar un mayor plusvalor de la venta del conjunto. Este hecho puede parecer paradójico pero es la clave para la supervivencia en la competición capitalista. ¿Cómo se lleva a cabo esta operación de desvalorización?, pues bien, como decíamos la clave del proceso valorizador es el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir una mercancía, es decir, tomar socialmente al productor que realice a menor conste y en el menor tiempo social una mercancía. Cuanto menos tiempo de trabajo social tenga esa mercancía de menos valor objetivado dispondrá, y por lo tanto podrá venderse más barato. Quien se encarga de la valorización es la fuerza de trabajo. Si se reduce la mano de obra sin perder productividad decrece la objetivación de valor. La maquinaria y el capital constante en general pueden sustituir a los trabajadores en el proceso productivo permitiendo a los pocos que se quedan aumentar la intensidad de su trabajo o lo que es lo mismo, la productividad. La relación de la composición orgánica del capital va vasculando hacia el lado del capital constante hasta que dicha composición es tan elevada que el capital necesario para realizar las mejoras productivas no hace rentable la inversión en comparación con el plusvalor obtenido, con lo que la inversión cae y el ramo de la producción en cuestión entra en crisis. La tasa de ganancia baja tendencialmente en un ramo o de forma general y eso lleva a la generación de crisis cíclicas.
Por otra parte este proceso lleva otro aparejo, y es el de la sobreproducción. La sobreproducción es un escenario económico que se da cuando la enorme cantidad de productos lanzados al mercado no encuentran comprador, con lo que se rompe el esquema M-D-M y a su vez el esquema D-M-D´. Lo que provoca una huida general de la inversión por la generalización de stocks productivos. Este escenario a su vez suele coincidir con una demanda debil que configura un escenario de subconsumo, que alimenta a su vez el panorama de la sobreproducción impidiendo la desaparición de los stocks, que a su vez impiden que la producción en general se ponga en marcha, que a su vez impide generar ganancias, con lo que las fábricas cierran los trabajadors son despedidos, la demanda se resiente aún más, y así se genera una esperial continua que tan sólo mediante una actuación del estado sobre la demanda global puede remediarse.

La producción del plusvalor y los elementos que permiten su obtención en la producción capitalista:

Tras haber descrito brevemente la diferencia de fuerza de trabajo y trabajo y lo elementos básicos del trabajo capitalista (cooperación, división social del trabajo y maquinaria) ahora podemos dar cuenta del proceso de valorización en el capital, es decir, la producción del plusvalor y los elementos que permiten su obtención en la producción capitalista.
El fin de la sociedad capitalista no es el de la reproducción de la vida humana. La reproducción de esta, en la forma de fuerza de trabajo, es si acaso medio del capitalismo de la producción de plusvalor. Así la jornada de trabajo va más allá de los limites necesarios para la reproducción humana, dividiéndose entre lo que el trabajador necesitaría para vivir (trabajo necesario) y lo que el capitalismo necesita para autovalorizarse (trabajo excedente). El salario del trabajador corresponde a la fracción de valor producido por el valor necesario. El plustrabajo proviene del trabajo excedente. De esta manera, al trabajador no se le paga su trabajo. Se le paga el coste de su reproducción, lo justo y necesario para que al día siguiente vuelva a su puesto a valorizar las mercancías en proceso. La producción de trabajo necesario y trabajo excedente no se da por separado, como pensaban los economistas al uso de la época de Marx (ver Senior) sino que es un proceso mixto, el trabajador realiza trabajo necesario y excedente a la par.
En el proceso de valorización podemos encontrar tres elementos fundamentales:
1. Capital constante: es aquella fracción de capital que se destina a aquellos elementos que no valorizan de por sí pero que son vehiculo necesario en el proceso de valorización. Lo compone la maquinaria, edificios, materiales, etc. Estos elementos sencillamente transfieren en el porceso de producción el valor de su desgaste a la mercancía fabricada sin generar un valor adicional,
2. Capital variable: Lo constituye aquella inversión de capital en fuerza de trabajo, elemento de la producción que es capaz de valorizar debido al tiempo de trabajo socialmente necesario que objetiva en el proceso de trabajo. Por tiempo de trabajo socialmente necesario entiendo la cantidad de trabajo menor socialmente determinado para producir una mercancía y al cual todos los trabajadores deben de tender si quieren que su efecto valorizador sea efectivo.
3. El plusvalor: Es la cuantía de valor producida en el plustrabajo, objetivada a traves del intercambio de la mercancía por el valor de cambio y del cual el capitalista obtiene su ganancia y el capital necesario para reinvertir en el proceso de valorización.
Así tenemos que el valor se compone de = c+v+p

De la fórmula c+v+p se derivan las siguientes proporciones:

-Tasa de plusvalor: Para conocer la ganancia del capitalista es necesario conocer la tasa de plusvalor. El método para calcular dicha tasa (según Marx)consiste en "tomar el valor global del producto y equiparar a 0 el valor constante del capital que no hace más que reaparecer en aquél. La suma restante de valor es el único producto de valor generado efectivamente en el proceso de formación de la mercancía. Si el plusvalor está dado, lo restamos de ese producto de valor y encontramos así el capital variable. A la inversa si está dado el último y buscamos el plusvalor. Si ambos son conocidos queda por efectuar la operación final, clacular la relación entre plusvalor y capotal variable. P´=P/V ". Plusvalor no es lo mismo que ganancia. La ganancia la podemos denominar como el monto de valor que un capitalista obtiene tras restarle la inversión en capital constante y capital variable. Por lo tanto la tasa de ganancia podríamos expresarla así: g= P/(c+v).

-Composición orgánica del capital: La composición orgánica del capital representa la proporción de capital invertido en medios de producción sobre la proporción invertida en la compra de fuerza de trabajo. Debido a que el plusvalor se obtiene del trabajo excedente, todo el esfuerzo del capitalista va a consistir en reducir el tiempo de trabajo necesario. Para ello tiene varias opciones. Una de la opciones consiste en alargar la jornada de trabajo. Esta fórmula tiene varias barreras entre las cuales cabe destacar el límite físico de los días, la capacidad de aguante fisiológica y psicológica del trabajador y las barreras sociales que vienen bien de la legislación de la jornada de trabajo, bien de las luchas sindicales por la regulación de la misma. Otra forma de reducir el tiempo de trabajo necesario consiste en depreciar el valor de la fuerza de trabajo, bien manteniendo un enorme ejército de reserva bien depreciando los artículos básicos de consumo (nuestro actual IPC) con lo que la subsistencia del trabajador es más barata y aumenta el tiempo de trabajo que se considera excedente. Si bien estas formulas no son suficientes o no se pueden aplicar, siempre cabe la posibilidad de sustituir la mano de obra por maquinaria, con lo que se reduce la inversión en capital constante y se aumenta la de capital variable. A esta relación se la denomina composición orgánica del capital, y es una de las princiaples causante de la aparición de crisis en el sistema capitalista.

Ley del valor y características del trabajo en el Capital

En las siguientes líneas intentaré sintetizar como se da el trabajo en el modo de producción capitalista, entendiendo este trabajo como actividad posibilitadora de la producción del plusvalor.
A Marx el trabajo que le interesa es el trabajo productor de mercancías que es aquel que permte que un valor se autovalotice hasta devenir en plusvalor. En este proceso se despliega como una unidad dual (proceso de trabajo y proceso de valorización) que se asienta en la contradicción del trabajo concreto y trabajo abstracto. El trabajo concreto son las actividades que x trabajador lleva a cabo individualemente. El trabajo abstracto son toda una serie de relaciones de proddución, de trabajos concretos que organizados por la función directiva del capital son capaces de que el capital se auotovalorice.
Para hablar de trabajo en el Capital hemos de distinguir en primer lugar entre fuerza de trabajo y trabajo. Como trabajo Marx entiende: "El proceso de trabajo, tal como lo hemos presentado en sus elementos simples y abstractos, es una actividad orientada a un fin, el de la producción de valores de uso, apropiación de lo natural para las necesidades humanas, condición general del metabolismo entre el hombre y la naturaleza, eterna condición natural de la vida humana y por tanto independiente de toda forma de esa vida, y común, por el contrario, a todas sus formas de sociedad." Pero debemos de recordar a pesar de esta definición de que el marco histórico viene determinado en el párrafo primero.
Por fuerza de trabajo en cambio entendemos el conjunto de facultades físicas y mentales que existen en la personalidad viva de un ser humano y que este pone en movimiento cuando es movilizado con el objetivo de producir bienes y servicios de cualquier índole bajo la forma mercancía. Así pues la fuerza de trabajo no es trabajo, pero determina la actividad de trabajo ya que ésta produce necesariamente mercancías.
La forma de trabajo aquí descrita se despliega como trabajo abstracto y este tiene lugar gracias a tres elementos básicos de la producción capitalista: Cooperación, división social del trabajo y maquinaria.

Mercancía y dinero en Marx, problema del fetichismo.

La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de producción capitalista se presenta como un "enorme cúmulo de mercancías", y la mercancía individual como la forma elemental de esa riqueza. Nuestra investigación, por consiguiente, se inicia con el análisis de la mercancía. El primer párrafo del Capital supone un punto de partida que encuadra históricamente el objeto de estudio de la investigación. Sólo nos interesa la riqueza de las sociedades donde ésta se nos presenta como mercancia, es decir, el capitalismo. Al hacer este comienzo, Marx nos está poniendo un marco de investigación con límites históricos precisos. Este marco se propone el análisis de la mercancia como forma ellemntal de la riqueza en dichas sociedades y derivación antagónica del valor.

La utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso. Pero esa utilidad no flota por los aires. Está condicionada por las propiedades del cuerpo de la mercancía, y no existe al margen de ellas. El cuerpo mismo de la mercancía, tal como el hierro, trigo, diamante, etc., es pues un valor de uso o un bien. Este carácter suyo no depende de que la apropiación de sus propiedades útiles cueste al hombre mucho o poco trabajo. Al considerar los valores de uso se presupone siempre su carácter determinado cuantitativo, tal como docena de relojes, vara de lienzo, tonelada de hierro, etc. Los valores de uso de las mercancías proporcionan la materia para una disciplina especial, la merceología. El valor de uso se efectiviza únicamente en el uso o en el consumo. Los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza, sea cual fuere la forma social de ésta. En la forma de sociedad que hemos de examinar, son a la vez los portadores materiales del valor de cambio. En este párrafo lo que vemos es la derivación antagónica de los factores de la mercancia, valor de uso y valor. El valor de uso es la utilidad social de una mercancia, el valor es la cantidad de trabajo abstracto objetivado en la mercancia. Ambos son procesos resultantes de una relación social. En el capitalismo las mercancias se producen para el intercambio. En el intercambio el valor se expresa como valor de cambio.
Las sociedades productoras de mercancias tienen como fin la producción de un plusvalor (plusvalía para Sweezy) como resultado de una ganancia. Para que dicho plusvalor se produzca es necesaria una mercancia que tenga un valor de uso, es decir, que sea socialmente deseada, ese valor de uso debe posibilitar al capitalista que se de una relación de intercambio para que salga a la luz el valor de cambio de la mercancía. El valor de cambio de la mercancia lo que posibilita es el desenvolvimiento de la forma valor que ha quedado contenida en ella tras el proceso productivo. Resumiendo este desarrollo: D-M-(p)-M´-D´.
El capitalista tiene un capital que invierte en la compra de una mercancía, dicha mercancía puede transformarse en otra cuyo valor de uso es más deseado y por ello entra en el campo de la producción. En la producción el trabajador valoriza la mercancia que ha entrado y de su labor aparece una nueva mercancía preñada de plusvalor. Del intercambio de esa mercancía plusvalorizada el plusvalor contenida en ella se transforma en nuevo capital dispuesto a ser reinvertido en el proceso.
La lógica anteriormente expuesta es la que mueve todos los aspectos de la vida cotidiana del hombre devido al caracter sistémico de la ley del valor. Dichas relacione de caracter sistémico que se dan como relación social en la esfera de la producción y en la esfera de la circulación tienen como eje articulador el equivalente general (dinero). Dicho equivalente surgió en un principio como un mero posibilitador del intercambio, su valor de uso era ser valor de cambio, pero en el capitalismo cumple otra función, y es ser intermediario de las relaciones sociales, configura las lógicas de poder e impide mediante el fetichismo que los productores y consumidores de mercancias sean conscientes de la articulación de las esferas de producción y circulación, velando las relaciones sociales que en dichos procesos están en juegpo y borrando la especificidad histórica de dichas relaciones, haciendo parecer al capitalismo y sus relaciones una forma de vida ahistórica y natural.

¿Sweezy o Marx? Resumen del capital a partir del esquema de Sweezy

A continuación realizaré un pequeño cambio con respecto a lo que está previsto en el programa. En principio la lectura que habría que resumir obligatoriamente sería: "Teoría del desarrollo capitalista" de Sweezy, que es a su vez un resumen de la teoría del valor y lo ejes cardinales de la tª de Marx en el Capital. He decidido tomarme una licencia en el resumen del trabajo y realizar, en vez del resumen del Sweezy, un resumen del Capital a partir de los puntos y ejes que va tratando Sweezy, con el fin de hacer una lectura propia y más fiel de Marx. Para ayudarme utilizaré unos esquemas del profesor Carlos Castillo, así como la edición de Siglo XXI del Capital.
Todas las partes que configuran este trabajo apareceran con la etiqueta de ¿Sweezy o Marx?.

Lectura Nº 5 Gino Longo: El mecanismo de la investigación científica

El conocimiento siempre se inicia a partir de los hechos, a partir de la observación de los mismos. Ésta es la primera etapa de una investigación. Pero cuidado: cualquier observación es ya en sí misma un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones, deducciones, etc.

La tarea de la investigación científica consiste en observar los hechos, en seleccionar los más significativos, en descubrir las relaciones que los unen entre sí y en evidenciar en cada hecho concreto los aspectos más sustanciales o significativos. Pero una vez hecho todo esto es necesario avanzar más y encajar esos resultados obtenidos a través de la observación en un esquema coherente.

La segunda etapa del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. En esta etapa la cualidad esencial consiste en poseer una ardiente fantasía creadora. La fantasía permite al hombre crear mentalmente la imagen de aquello que no es, pero que él pretende alcanzar o realizar, es decir, una imagen en base a la cual él actuará para modificar la realidad en la dirección deseada. La fantasía se complementa con la intuición.

La tercera etapa del trabajo científico consiste en comprobar rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos, para lo cual será preciso volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos, así como en profundizar el análisis de los hechos ya conocidos.

La cuarta y última etapa del trabajo científico consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.

Toda la operación puede ser esquematizada de la forma siguiente: observación de los hechos → formulación de las hipótesis → nueva observación de los hechos → nueva formulación de las hipótesis... y así hasta el infinito.

La elaboración teórica y la observación de los hechos se complementan mutuamente, pero no coinciden, y ninguna de ellas puede sustituir a la otra. Por otra parte, si falta uno de estos dos aspectos del trabajo científico, deja de existir la ciencia. En definitiva, la ciencia nunca puede reducirse a la pura teoría abstracta, ni a la pura investigación empírica. Schumpeter afirma que que la elaboración de una visión global de la realidad precede siempre al análisis de los hechos empíricos.

Los hechos siempre constituyen la base de una elaboración teórica, pero el hombre, en el momento de iniciar una investigación, y mucho antes de que se hayan esbozado los fines de la misma y su necesidad, y de que por tanto se haya iniciado la formulación teórica, posee un bagaje de conocimientos y observaciones empíricas.

El hecho de dedicarse a una investigación concreta presupone ya un cierto interés teórico: el plantearse un problema constituye una suposición primaria y, por tanto, una primera formulación teórica que es la que inicia la verdadera investigación consciente y razonada.

El trabajo de un estudioso aislado está siempre integrado en el seno de la actividad investigadora colectiva, social, humana. El investigador individual utiliza las conclusiones y las elaboraciones de otros científicos como partes integrantes de su propia investigación y elaboración.

De las características del proceso de conocimiento se derivan dos importantes consecuencias:
-La condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones de otros es que por nuestra parte hayamos iniciado ya una elaboración propia.
-Todo investigador debe crear por sí mismo el aparato conceptual que necesita para trabajar.

De todo lo anterior podemos deducir lo siguiente:
-Toda ciencia tiene un objeto de investigación concreto.
-Utiliza un determinado método de investigación, aspecto esencial de la ciencia.
-Construye una determinada visión científica de la realidad.