jueves, 4 de febrero de 2010

Tendencia decreciente de la tasa de ganancia y crisis capitalistas

En la anterior entrada comenté los elementos básicos de la composición orgánica del capital y de los elementos constitutivos de la tasa de ganancia. Estos elementos son claves para entender porqué hay crisis ciclicas e inevitables en el capitalismo.
Vayamos con un mayor desarrollo de la composición orgánica del capital.

Como decíamos el objetivo principal del capitalismo en general y del capitalista individual es acrecentar continuamente la masa de plusvalor, alimentar el proceso D-M-D´. Este proceso no es único de un sólo capitalista, sino que es una tendencia global. Por supuesto, no es posible vender tantas mercancía como a los capitalistas les gustaría. La fuerza de la demanda no puede absorver todas las posibilidades que le ofrece la oferta. Por lo tanto los capitalistas han de competir entre sí por ser quienes lleven a cabo el proceso de intercambio. Esto lo que supone es vender las mercancías lo más baratas posibles. No por debajo de su valor, pues eso es imposible, sino depreciando su valor, reduciendo la cuantía de valor por unidad para así sacar un mayor plusvalor de la venta del conjunto. Este hecho puede parecer paradójico pero es la clave para la supervivencia en la competición capitalista. ¿Cómo se lleva a cabo esta operación de desvalorización?, pues bien, como decíamos la clave del proceso valorizador es el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir una mercancía, es decir, tomar socialmente al productor que realice a menor conste y en el menor tiempo social una mercancía. Cuanto menos tiempo de trabajo social tenga esa mercancía de menos valor objetivado dispondrá, y por lo tanto podrá venderse más barato. Quien se encarga de la valorización es la fuerza de trabajo. Si se reduce la mano de obra sin perder productividad decrece la objetivación de valor. La maquinaria y el capital constante en general pueden sustituir a los trabajadores en el proceso productivo permitiendo a los pocos que se quedan aumentar la intensidad de su trabajo o lo que es lo mismo, la productividad. La relación de la composición orgánica del capital va vasculando hacia el lado del capital constante hasta que dicha composición es tan elevada que el capital necesario para realizar las mejoras productivas no hace rentable la inversión en comparación con el plusvalor obtenido, con lo que la inversión cae y el ramo de la producción en cuestión entra en crisis. La tasa de ganancia baja tendencialmente en un ramo o de forma general y eso lleva a la generación de crisis cíclicas.
Por otra parte este proceso lleva otro aparejo, y es el de la sobreproducción. La sobreproducción es un escenario económico que se da cuando la enorme cantidad de productos lanzados al mercado no encuentran comprador, con lo que se rompe el esquema M-D-M y a su vez el esquema D-M-D´. Lo que provoca una huida general de la inversión por la generalización de stocks productivos. Este escenario a su vez suele coincidir con una demanda debil que configura un escenario de subconsumo, que alimenta a su vez el panorama de la sobreproducción impidiendo la desaparición de los stocks, que a su vez impiden que la producción en general se ponga en marcha, que a su vez impide generar ganancias, con lo que las fábricas cierran los trabajadors son despedidos, la demanda se resiente aún más, y así se genera una esperial continua que tan sólo mediante una actuación del estado sobre la demanda global puede remediarse.

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